Consulta online con profesionales de cartilla

Mientras esté vigente el período de aislamiento social obligatorio, nuestros prestadores de cartilla estarán habilitados para brindarte atención en especialidades médicas, de psicoterapias, o psiquiatría, mediante plataformas digitales.

En todos los casos, el medio a utilizar y el horario de la consulta deberá ser consensuado previamente entre el prestador y el paciente.

Si el profesional te indica medicación, podrá enviarte una captura de la receta para que presentes en la farmacia de cartilla más cercana a tu domicilio.

Para acceder a este servicio deberás brindar tu conformidad a través de un consentimiento informado. La confidencialidad de la consulta virtual, no será en ningún caso responsabilidad de Swiss Medical Medicina Privada.

La prestación de este servicio está sujeta a la conformidad de cada profesional.

CONSULTAS MÉDICAS

Esta modalidad admite 2 (dos) consultas mensuales por profesional y estará disponible sólo para especialidades médicas.

CONSULTAS DE PSICOTERAPIAS Y PSIQUIATRÍA

Este servicio admite 1 (una) sesión semanal y es para quienes ya se encuentran en tratamiento.

COVID-19: Nuestra salud emocional

El aislamiento físico ha tenido un gran efecto en casi todos los aspectos de nuestras vidas. Han cambiado mucho las cosas en muy poco tiempo: la rutina de cada día, la manera de vincularnos, y hasta el modo en que cuidamos nuestra salud. Todos tenemos dudas sobre lo que podría suceder en el futuro, y cada uno lidia con eso de diferentes formas. En este contexto, desarrollar estrategias para encontrar el bienestar emocional se vuelve fundamental.

Aquí algunas recomendaciones que tienen efectos probados:

  • Es natural sentir tristeza, enojo, confusión o miedo ante una situación de crisis, lo desconocido, o un cambio repentino. Pero si dejamos que estos sentimientos nos dominen, nos exponemos al agotamiento y nos volvemos menos capaces de afrontar los desafíos. En lugar de ello, podemos apelar a otros recursos emocionales para encontrar calma, como por ejemplo, hablar de lo que sentimos con personas de nuestra confianza. Sentirse cerca de los demás reduce la ansiedad.
  • El no poder continuar con la propia rutina habitual nos puede hacer sentir que perdemos la sensación de control. Por eso organizarse y establecer nuevos hábitos, permite encontrar mayor estabilidad y una dirección para lo que hacemos a diario.
  • Los sentimientos de desánimo pueden surgir en mayor medida después de cierto tiempo de permanecer en nuestras casas, e incluso acentuarse con la llegada del invierno. Para contrarrestarlos, es importante encontrar un balance en las actividades de todos los días, por ejemplo, destinando un tiempo para el ejercicio físico; otro para relacionarnos con personas; otro para trabajar, estudiar o concentrarnos en algo que nos hubiéramos propuesto o simplemente descansar. Y muy importante, un tiempo para seguir en contacto con la luz solar.
  • El distanciamiento físico puede provocar sensación de soledad, especialmente en personas que viven solas. Hay que tener en cuenta que muchos otros están en la misma situación y que podemos encontrar nuevas formas de vincularnos, tal vez con vecinos o bien con nuestros afectos de siempre por medios virtuales. Cuidar nuestras relaciones es algo importante en los momentos de crisis porque mantiene y estrecha los vínculos, beneficiando a ambas partes.
  • Aceptemos y comprendamos las emociones que se presentan en vez de luchar contra ellas, ignorarlas o juzgarnos por sentirlas. Darse permiso para ser vulnerable, es una parte de nuestra vida emocional y una forma de seguir aprendiendo sobre nosotros mismos. Cuando aceptamos una emoción en vez de ocultarla, estamos en mejores condiciones de afrontar la situación, incluso es posible que la emoción se empiece a disolver.
  • Ante una situación difícil, el mero hecho de detenerse y respirar, nos puede tranquilizar. Hacer una pausa antes de reaccionar es importante para poder elegir cómo queremos hacerlo. Y recordar que siempre se puede recurrir a las habilidades que utilizamos en el pasado, esas que nos ayudaron a manejar las adversidades en otros momentos difíciles.
  • En este momento, todos necesitamos aprender a poner un límite a las preocupaciones (que no es lo mismo que ignorar los problemas). Hay tantas formas de hacerlo como personas. Un consejo entre muchos posibles, es invertir al menos 5 minutos diarios en valorar la naturaleza. Esto aumenta nuestro bienestar emocional, pudiendo reducir la ansiedad e incluso tener efectos benéficos sobre la tensión arterial.
  • Si aparecen sensaciones de monotonía o aburrimiento, es bueno apelar a nuestra capacidad y la de otros de ser creativos, reorganizando y creando nuevos hábitos que nos hagan sentir bien. Recordá que todos, tanto niños como adultos, necesitamos mantener espacios de juego y divertimento, de contacto con la expresión creativa o incluso con la contemplación artística, ya que promueven emociones positivas que impactan sobre nuestra salud general.
  • Mantenernos activos cada día es más importante ahora. Aun estando dentro de la casa, hay muchas formas de lograrlo, desde tareas del hogar, jardinería, hasta una clase de yoga, danza o ejercicios por internet. Estar en movimiento, hacer ejercicio físico, relaja y genera hormonas que estimulan el sistema inmunitario. Recordá que esto debe acompañarse siempre de una correcta alimentación e hidratación.
  • Es posible que se hayan alterado nuestros horarios de sueño dado que todas nuestras rutinas diarias han cambiado. Sobre este tema en particular, hay muchas recomendaciones en el artículo «Cómo dormir bien en tiempos de COVID-19».
  • El tabaco, el alcohol u otras drogas no son una opción para lidiar con las emociones. Si nos sentimos abrumados, lo mejor es buscar ayuda profesional.

  ¿Cuándo terminará todo esto? Nadie lo sabe, lo que sí sabemos es que lo que hayamos aprendido en este tiempo quedará con nosotros como herramienta para toda nuestra vida.

Asesoró Lic. Alma Vanina Estrella. Psicóloga. M.N. 41.217. Editora de Publicaciones de Swiss Medical Medicina Privada.

Nuestra contribución en las investigaciones

Recientemente, confirmamos nuestra participación en los ensayos clínicos impulsados por el laboratorio internacional Pfizer para desarrollar la vacuna contra el COVID-19, el cual se encuentra en fase clínica avanzada y se probará tanto en Estados Unidos como en nuestro país. 

Asimismo, desde mayo estamos trabajando en las investigaciones de plasma de convaleciente para evaluar la eficacia de este tratamiento que podría beneficiar a quienes estén cursando esta enfermedad.  

Conocé más sobre donación de plasma 

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Cuidar a quienes cuidan a otros

En el actual contexto de pandemia que estamos atravesando, la internación domiciliaria es una opción con muchos beneficios para aquellos pacientes que requieren atención continua. Uno de los aspectos clave en este proceso es el rol del cuidador principal, generalmente un familiar, quien a su vez, debe tomar precauciones para preservar su propia salud y bienestar físico y emocional.

El rol del cuidador

Un cuidador es una persona que brinda ayuda a otra que lo necesita, por ejemplo su pareja, hijo o un anciano. Reconocer esta función puede ayudar a los cuidadores a recibir el apoyo que necesitan.

El rol del cuidador principal es clave en una internación domiciliaria, ya que ésta es la persona que se hace cargo del enfermo, asumiendo la responsabilidad por su atención, apoyo y cuidados diarios. Para el personal de salud, esta persona es el nexo entre todo el equipo y el enfermo, por lo que es de gran importancia atender también, a su cuidado. Se debe, por lo tanto, considerar tanto el apoyo médico como psicológico de quien cuida, ya que su claudicación es motivo suficiente para la institucionalización de un paciente.

¿Cómo se cuida quien cuida a un paciente en casa?

En el actual contexto de pandemia, resulta prioritario seguir las medidas para la prevención del contagio, tanto a nivel personal como del entorno familiar y del propio equipo de salud: distancia física segura y bloqueo mecánico de las gotas de saliva, uso de barbijo continuo para quien entra al domicilio y uso de guantes y protecciones oculares. También es importante destinar en la casa, un espacio donde las personas que ingresen, puedan dejar las cosas que no son necesarias sanitizar.

No menos importante, es el aspecto psicosocial del cuidador y su entorno, ya que en la situación de pandemia, existe un factor adicional de estrés.

Cuidar a un ser querido es gratificante, pero genera estrés.

Para la mayoría de los cuidadores, estar ahí para atender a un ser querido cuando los necesitan es algo que están dispuestos y comprometidos a hacer. Sin embargo, es normal que quienes brindan cuidados, puedan sentir estrés físico y emocional, y ser vulnerables a los cambios en su propia salud.

Si estás a cargo del cuidado de una persona, prestá atención a estos signos:

  • Preocupación constante, irritabilidad, enojo, tristeza.
  • Cansancio gran parte del tiempo.
  • Trastornos del sueño.
  • Cambios en tu peso corporal.
  • Pérdida de interés en actividades que solías disfrutar.
  • Dolor corporal, dolores de cabeza frecuentes u otros problemas físicos.

Algunas estrategias pueden ser de ayuda para contrarrestar el estrés del cuidador: aceptar ayuda de otras personas, reconocer los propios límites y no exigirse más de lo que es posible ofrecer, establecer objetivos personales de salud (por ejemplo, una rutina de sueño adecuada o tiempo para estar activo físicamente), consultar al médico ante dudas o síntomas propios.

Ser cuidador familiar de una persona con enfermedad crónica conlleva implicaciones familiares, sociales, mentales, económicas y espirituales que merecen la atención y el reconocimiento centrado en el cuidado y autocuidado de la salud.

Asesoró: Dra. Natalia Perez y equipo. MN 131.453. Esp. en Clínica Médica y Cuidados Paliativos. Swiss Medical Medicina Privada.

Cuidarnos está en nuestras manos

Comenzamos a cursar una nueva etapa en la pandemia de COVID-19 en la que se prevé la flexibilización paulatina de algunas actividades. Frente a esta situación y hasta que no aparezca un tratamiento efectivo o vacuna, la prevención es responsabilidad de todos. Por eso, te recordamos las medidas necesarias para minimizar el riesgo de contagio.

Distancia social

Limitar el contacto estrecho con otras personas es la mejor manera de reducir la propagación del virus. Para poner en práctica el distanciamiento social, se debe mantener una distancia de 2 metros (la longitud aproximada de 2 brazos extendidos) con respecto a otras personas que no conviven con vos, tanto en espacios interiores como al aire libre.

Higiene de manos

Es la forma más sencilla y eficaz que todos tenemos para evitar la propagación del virus. Además, está demostrado que contribuye a la reducción de infecciones  relacionadas con la atención sanitaria. Te recomendamos repasar la técnica de lavado de manos en este video supervisado por nuestro equipo de Infectología.

Tapabocas

Su uso correcto puede ayudar a reducir el riesgo de contraer un virus a través del estornudo o la tos, y proteger contra las transmisiones de boca a boca. Tené en cuenta que el uso correcto implica manipularlo por las tiras, no tocarlo mientras lo usás, reemplazarlo si se humedece y lavarlo después de cada uso. Recordá que sólo puede ser eficaz si se lo combina con el lavado frecuente de manos y no reemplaza el distanciamiento social. Mirá cómo utilizarlo correctamente 

Qué hacer si tenés síntomas

Si tenés fiebre (37.5° o más) y uno o más de los siguientes síntomas: dolor de garganta, diarrea, vómitos, dolor de cabeza, tos, dificultad para respirar o pérdida de gusto/olfato:

  • No te automediques.
  • Permanecé en tu domicilio.
  • Llamá a la línea de Urgencias y Emergencias: 0800-777-7800, las 24 hs. o a nuestro servicio de Telemedicina (a través de nuestra web o App Swiss Medical Mobile)
  • Por cualquier duda o consulta, contás con el servicio de Orientación Médica Telefónica: 11-4363-4710, de 8 a 20 hs.
  • En caso de fiebre persistente o falta de aire, también podés concurrir a nuestras guardias en forma personal.

Recordá: no desatiendas tus problemas médicos ni abandones la medicación y controles habituales con tu médico de cabecera.

Ver más 

Si te recuperaste de COVID-19, doná plasma

Desde Fundación Swiss Medical convocamos a quienes hayan superado el virus a que donen el plasma de su sangre a través de una extracción rápida, segura y sencilla. De esa manera, se colabora con los ensayos clínicos para encontrar un tratamiento que beneficie a quienes estén cursando esta enfermedad. Conocé más