Cuidados y precauciones ante la visita del médico a domicilio

En este momento de circulación activa del virus, sabemos que los médicos a domicilio están sobreexpuestos, por lo que es necesario tener mayor precaución y colaborar maximizando la higiene.

¿Qué debemos hacer antes, durante y después de la visita del profesional? (Válido para todos los casos, haya personas en riesgo o no)

Antes de que llegue:

  • En lo posible, prepará una habitación bien ventilada para la revisación.
  • Colocá un trapo con agua y lavandina en la entrada, para que pueda limpiar su calzado antes de entrar.
  • Disponé toallas de papel sobre una mesa auxiliar o silla para que pueda apoyar sus elementos de trabajo (recordá eliminarla después).
  • Para su higiene de manos, el médico necesita abundante agua y jabón (no le ofrezcas alcohol en gel) y servilletas de papel o toalla limpia.

Durante la consulta:

  • En el espacio de la consulta no debe haber más de un acompañante y no deben circular niños.
  • Colaborá con el médico para evitar que toque superficies y objetos de tu casa.
  • No toques sus elementos, salvo que te lo pida expresamente.
  • Si tenés tos o estornudos, siempre cubrí tu boca y nariz con el pliegue del codo (por más que el médico te haya entregado un barbijo).

Una vez que se retiró del domicilio:

  • Limpiá la zona donde estuvo trabajando, con un pulverizador con dilución de lavandina (5-10%) en agua. No se puede utilizar para todas las superficies, pero sí para aquellas en las que persiste el virus: superficies metálicas, de acero o plásticas.

¿Cómo mantener los ambientes frescos sin perjudicar la salud?

Te brindamos recomendaciones para usar el aire acondicionado y ventiladores de una manera saludable.

Con la llegada del calor y las altas temperaturas es necesario tomar medidas para evitar el golpe de calor y la deshidratación.

Una buena hidratación y no exponernos al sol en horarios riesgosos ayudan, pero también contamos con recursos para refrescar el ambiente en el que estamos, tales como el uso de aire acondicionado o los ventiladores. ¡Son un gran invento!

A continuación, te acercamos algunas recomendaciones a tener en cuenta para obtener de ellos los mayores beneficios, sin perjudicar nuestra salud.

Recomendaciones para usar el aire acondicionado de manera saludable:

  • La temperatura recomendada es 22-24ºC. Es importante que se la mantenga constante y uniforme en todos los ambientes, así se evita la exposición a cambios bruscos.
  • En el caso de que te encuentres con personas que no sean de tu núcleo familiar (“burbuja”) eviten en lo posible, permanecer sólo con el aire acondicionado. Para prevenir la exposición al virus COVID-19, lo mejor es ventilar los ambientes.
  • Los cambios bruscos de temperatura modifican la capacidad de respuesta de las mucosas del aparato respiratorio y otras frente al medio: el hecho de tener que adaptarse a las diferentes temperaturas y sequedad del ambiente genera una predisposición a sufrir rinitis, resfríos, anginas, irritación ocular entre otros.
  • El aire acondicionado no debe alcanzar en forma directa a los niños.
  • Los aparatos de aire acondicionado poseen un filtro en el cual pueden acumularse polvos, ácaros, gérmenes. Es importante que limpies o cambies el filtro según corresponda para que estas sustancias no circulen junto con el aire provisto por el aparato.
  • Utilizá un humidificador o disponé de un recipiente con agua (algunos aparatos de aire acondicionado incluyen la función) para generar humedad en el ambiente. Esto ayuda a eliminar el aire seco que irrita e inflama las vías aéreas y causa sequedad de la piel.
  • Antes de salir de la casa subí la temperatura gradualmente para que el cuerpo se adapte de a poco al aumento de temperatura afuera.

Precauciones al usar ventiladores:

  • Controlá que las paletas estén bien sujetadas.
  • Cuidá que el aire no dé directo a los niños.
  • Los ventiladores de techo son más seguros que los de pie o de mesa, en los cuales los enchufes y la cercanía de los niños a las paletas pueden ser un riesgo.

Cómo cuidarnos del COVID-19 en estas vacaciones

La pandemia no terminó. Este año las vacaciones son diferentes a todas las anteriores. Por eso para disfrutar y descansar en esta época del año debemos seguir cuidándonos para evitar contagios.

Sea verano o invierno, en contexto de pandemia, cualquier viaje y actividad grupal conllevan el riesgo de contraer o de transmitir COVID-19. Esta situación epidemiológica requiere de un compromiso especial: debemos seguir las medidas preventivas sea donde sea que estemos.

¿Cómo minimizo riesgos? ¿Cuáles son los pasos para cuidarme si quiero irme de vacaciones? ¿Cuándo regreso a mi hogar tengo que aislarme?

Respondemos algunas de estas preguntas para que puedas cuidarte vos y a los demás

Minimizar riesgos: 3 claves fundamentales

En qué casos no se debería viajar

  • Si vos o alguna de las personas con las que viajás presentan síntomas o pudieron haber estado expuestos al virus dentro de los 15 días anteriores a la fecha de partida, NO deberían viajar.
  • Si vos o alguna de las personas con las que viajás están dentro del grupo de riesgo* NO deberían viajar. Tampoco se recomienda visitar o reunirse con quienes se encuentran dentro de el.

Estas prácticas no son sólo cuidados individuales, sino también colectivos.

Recomendaciones para seguir cuidándonos
Antes de salir de viaje

  • Limitá las actividades sociales las 2 semanas previas para minimizar el riesgo de contagio.
  • Consultá las páginas oficiales de embajadas, municipios o provincias para asesorarte sobre la situación y condiciones de ingreso
  • Informate acerca de la disponibilidad de servicios de atención médica en el lugar de destino.

Durante el viaje

  • Realizá higiene de manos cada vez que toques superficies comunes (picaportes, llaves, reposeras, ascensores, baños, paneles táctiles, etc.)
  • No permanezcas en áreas muy concurridas ni en espacios cerrados o poco ventilados. Lo más recomendable es realizar todas las actividades al aire libre.
  • Evitá circular, dentro de lo posible, por áreas comunes, utilizar ascensores con otros y el autoservicio.
  • En la piscina, mantené el distanciamiento de al menos 2 metros.
  • No compartas elementos de uso personal o el mate.

En caso de presentar síntomas, permanecé en la habitación, dando aviso al alojamiento y comunicándote con el servicio médico. Haz click aquí para encontrar todos nuestros canales de atención.

Al regresar

  • Limitá las actividades sociales y contacto, durante las 2 semanas siguientes luego de tu regreso, con quienes no compartiste el viaje.
  • Permanecé alerta ante la aparición de síntomas como fiebre, tos ó dolor de garganta. Si presentás alguno de ellos realizá la consulta médica de inmediato.
  • Si convivís con alguna persona que no viajó y está dentro del grupo de riesgo*, deberán mantener el aislamiento preventivo por 2 semanas, de ser posible en otro domicilio o en habitaciones separadas (evitando el uso de ambientes comunes).

*Diabetes, cáncer, enfermedades renales, cardiacas o pulmonares, obesidad o alteraciones de la inmunidad, edad mayor a 60 años.

El virus no desapareció ni se toma vacaciones. Es necesario que continuemos siendo responsables entre todos y todas y velar por quienes tienen mayor riesgo de enfermar gravemente en caso de contraer COVID-19. Por eso no importa la época del año, cuidarnos todavía está en nuestras manos.

Celebrar Navidad y Año Nuevo en el contexto de COVID-19

¿Qué precauciones tomar?

Como es sabido por todos, actualmente sigue habiendo transmisión comunitaria del virus en casi todo el país, por lo que es de suma importancia tomar precauciones para disminuir al máximo los riesgos que implican las reuniones presenciales. En las celebraciones de este año, la primera premisa es el autocuidado y el cuidado y respeto por los demás. Para que así sea, habrá que considerar tres factores que son centrales: con quiénes nos reuniremos, en dónde y de qué forma lo haremos.

1. ¿Con quiénes nos reuniremos?

Mientras menos personas, menor riesgo, ya que cada persona puede multiplicar cadenas de contagios inesperadas por sus relaciones laborales o sociales.

Nuestra “burbuja” se compone de convivientes o grupo habitual de contacto. Si hubieras invitado a algún miembro diferente a los contactos habituales, te recomendamos limitar el número de personas al mínimo posible.

Quiénes NO deben asistir a reuniones presenciales:

  • Personas con COVID-19 o que estuvieron expuestas a un caso positivo en los últimos 14 días.
  • Personas que están en espera de los resultados del test.
  • Que tienen o tuvieron síntomas de COVID-19 en las 72 horas previas a la reunión.

Es recomendable que limites las reuniones durante al menos los 10 días previos a las celebraciones. En especial, si en ella habrá personas consideradas grupo de riesgo o adultos mayores de 60 años. Recordá que es fundamental cuidarlos porque aún no contamos con vacunas ni tratamiento efectivo.

2. ¿En dónde nos reuniremos?

Lo mejor es al aire libre: en patios, terrazas, veredas. De no ser posible, abrí puertas y ventanas para asegurar una buena ventilación. Lo importante es que podamos mantener la distancia mínima de seguridad (2 m.) entre personas.

 3. ¿De qué forma nos reuniremos?

Algunas recomendaciones sobre el comportamiento:

  • En la mesa, conviene que quienes conviven o son contactos habituales, estén juntos y sin mezclar con otros grupos.
  • Seamos creativos para manifestar el afecto, ya que la recomendación es evitar todo tipo de acercamientos (tales como besos, abrazos, incluso chocar las copas).
  • Evitemos gritar o hablar fuerte. Por eso se recomienda que la música esté a un volumen acorde.
  • Controlemos el consumo de bebidas alcohólicas, ya que bajo sus efectos suele disminuir la capacidad de cuidado.

Al momento de comer y beber:

  • NO compartamos vasos, cubiertos ni utensilios. Ni tomemos de la misma botella o lata.
  • Evitemos que muchas personas entren y salgan de las áreas en las que se prepara o manipula la comida, como la cocina o la parrilla.
  • En los momentos en que no se utiliza el tapabocas, conservarlo en una bolsa de papel, para mantenerlo limpio entre usos.
  • Es mejor evitar el menú estilo bufett. Sirvamos la comida en porciones o que sea una misma persona la que les sirva a todos, manipulando los elementos de utilización comunitaria (platos y cubiertos, fuentes, condimentos, botellas, servilleteros, etc.). En lo posible, elijamos los descartables.
  • Facilitemos cestos de basura sin contacto para que se puedan desechar fácilmente vajilla descartable y servilletas.
  • Antes y después de la reunión, debemos sanitizar todas las superficies de contacto. Y, de ser posible, destinemos un baño para el uso exclusivo de los invitados.

Las 3 medidas clave que se complementan para evitar el contagio:

Distanciamiento físico, uso de tapabocas e higiene de manos en todo momento (en especial, antes y después de al preparar y/o servir la comida a otras personas que no viven en nuestra casa).

Día Mundial del ACV

El 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Accidente Cerebrovascular (ACV), una patología que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) representa la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad entre los adultos a nivel global.

5 preguntas para saber más sobre ACV

1. ¿Qué es un ataque cerebral o ACV?

EL ACV es una lesión cerebral causada por una alteración del flujo sanguíneo que llega al cerebro a través de las arterias.

Existen dos tipos de ACV

  • Isquémico: cuando existe una interrupción del flujo cerebral que provoca lo que se denomina isquemia.
  • Hemorrágico: cuando hay un sangrado por ruptura de algún vaso.

En ambos casos se produce una interrupción de la actividad neuronal en la zona afectada.

2. ¿Cuáles son los síntomas más característicos?

Los síntomas de un ACV son siempre de aparición súbita.

  • Falta de fuerza, torpeza o sensibilidad en alguna parte del cuerpo como cara, brazo o pierna.
  • Dificultad para hablar, escribir o comprender.
  • Trastorno del equilibrio y la coordinación.
  • Trastorno visual.

3. ¿Existe tratamiento para un ACV?

Sí, dependiendo de la causa, extensión de la lesión y el tiempo transcurrido desde el inicio de los síntomas, existen diferentes tratamientos que se pueden emplear.

4. ¿Cuáles son los factores de riesgo para la aparición de un ACV?

  • Edad
  • Sexo masculino
  • Hipertensión arterial
  • Diabetes
  • Tabaquismo
  • Dislipemia
  • Obesidad
  • Falta de actividad física

La buena noticia: La mayoría de estos factores de riesgo son modificables

5. ¿Qué puedo hacer para disminuir mi riesgo de ACV?

Mantener un estilo de vida saludable gracias a una dieta equilibrada y a la práctica de ejercicio físico acorde a la edad y el sexo.

Los controles médicos adecuados previenen la mayor parte de los factores de riesgo y han demostrado disminuir el riesgo de sufrir un ACV.

Recordá: El ACV se considera una emergencia médica y ante cualquiera de estos síntomas se debe buscar atención médica de inmediato.