Limpieza y cuidados del tapabocas

Cuándo y cómo lavar tu tapabocas

  • ¿Cuándo?

Cada vez que el tapabocas se ensucie, se humedezca, o, como mínimo, diariamente.

  • ¿Cómo?

Podés lavarlo a mano o en lavarropas junto con el resto de las prendas.

El jabón común o detergente para ropa son adecuados.

Podés secarlo en secadora tibia o caliente, o al sol.

Cuándo reemplazar tu tapabocas

Al lavarlo con frecuencia es probable que tu tapabocas se desgaste. Si notás que está rasgado, roto o estirado (y ya no te ajusta adecuadamente) es momento de desecharlo.

Cómo guardar tu tapabocas

Si está húmedo o sucio guárdalo en una bolsa de plástico cerrada hasta que puedas lavarlo. Es mejor hacerlo cuanto antes para evitar la proliferación de moho.

Si te lo quitaste temporalmente para volver a usarlo más tarde podés guardarlo en una bolsa de papel seca.

Si te lo quitaste para comer o beber, podés guardarlo en el bolsillo, la cartera o en una bolsa de papel.

En ambos casos, al volver a colocártelo, asegurate de mantener siempre el mismo lado hacia afuera.

Recordá:

  • Manipulá el tapabocas por las tiras.
  • Siempre higienizá tus manos cada vez que toques un tapabocas usado.

¿Sabías que..?

  • Cuando el tapabocas está húmedo, no sólo dificulta tu respiración sino que se vuelve menos eficaz

Usar tapabocas casero como única medida de protección NO alcanza. Debe combinarse con higiene de manos frecuente, distanciamiento físico de 2 metros y ventilación de ambientes.

Estrés tecnológico

La hiperconexión digital no es algo nuevo, sin embargo, a partir de la pandemia por COVID-19 usamos los dispositivos digitales para casi todo: trabajar, estudiar, hacer trámites, recrearnos y hasta reunirnos con amigos y familiares. Más allá de las restricciones impuestas en cada etapa, muchos de estos nuevos hábitos y rutinas, se mantienen en nuestra vida cotidiana. Este cambio tan significativo, puede implicar para muchos, lo que se ha popularizado como “estrés digital” o “estrés tecnológico”.

Riesgos para la salud

Existen variadas definiciones que intentan dar cuenta de esta problemática, muchas de las cuales la consideran una enfermedad. A pesar de ello, hasta el momento, las investigaciones científicas son escasas y tampoco se la encuentra considerada dentro de las clasificaciones diagnósticas de referencia internacional. Sin embargo, existen riesgos para la salud derivados del uso excesivo de dispositivos y tecnologías, y se los puede prevenir.

Algunos signos y síntomas que pueden estar relacionados con el uso excesivo de dispositivos y tecnologías:

  • Trastornos del sueño
  • Cansancio
  • Falta de energía recurrente
  • Menor agilidad motora y mental
  • Mayor irritabilidad
  • Patologías oculares
  • Problemas osteomusculares (contracturas, síndrome del túnel carpiano)
  • Dolor de cabeza por tensión
  • Calambres
  • Sobrepeso
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Dificultades de relación
  • Conductas de aislamiento social

Algunas señales que pueden indicar una exposición excesiva a tecnologías:

Cada persona desarrolla sus hábitos de uso de dispositivos según las propias necesidades y obligaciones, pero existen ciertas señales que pueden indicarnos si estamos utilizando o exponiéndonos de forma excesiva a los mismos.

Prestá atención si:

  • Sentís una necesidad imperiosa de mirar el celular constantemente por miedo a estar perdiéndote de ver mensajes o información en redes sociales.
  • Estás descuidando otras actividades y cosas que te gusta hacer por priorizar lo digital.
  • Recibís quejas de familiares o de tu pareja por falta de atención.
  • El celular se convirtió en tu forma habitual de comunicarte prefiriendo enviar un mensaje a hablar, incluso con personas que están en la misma casa.
  • Tenés la sensación de no descansar nunca.
  • Notás que perdiste el interés por el trabajo o los estudios o que hay una disminución del rendimiento en estos ámbitos.
  • Te sentís nervioso/a o hiperactivo/a si no estás conectado/a.
  • Tenés dificultad para concentrarte o retener información.

7 tips que pueden ayudarte a regular el estrés por uso de tecnologías:

1. Tomá descansos a lo largo del día, evitando cualquier medio de comunicación y relajándote.

2. Es mejor realizar de manera óptima, una o dos tareas, y no sobrecargarte con demasiadas tareas en simultáneo. En caso de que debas hacer varias tareas al mismo tiempo, procurá que sean tareas parecidas de ser posible.

3. Silencio digital: decidí de forma consciente y en función de tus obligaciones y necesidades, cuáles querés que sean tus horarios de conexión y de desconexión. Silenciá el celular y decidí cuándo querés responder las llamadas o mensajes. Desactivá las notificaciones. Utilizá el “modo avión”cada vez que quieras desconectar y para evitar distracciones cuando querés hacer otra cosa (podés avisarle a tus contactos frecuentes que entrás en modo avión para evitar los mensajes).

4. Destiná tiempo para actividades y ocio analógicos (ej. leer un libro, dibujar, cantar, bailar, hacer deporte, cocinar, hacer jardinería, meditar).

5. Priorizá retomar aquellas actividades que disfrutabas antes de la pandemia y que las restricciones del momento permitan.

6. No lleves tus dispositivos a la cama. Tampoco los uses mientras estás almorzando o cenando.

7. Mantené hábitos saludables en cuanto a alimentación, sueño, ejercicio, actividad al aire libre.

Condiciones clínicas posteriores al alta por COVID-19

Si bien la mayoría de las personas que contrae COVID-19 se recupera por completo en 2 a 4 semanas, un porcentaje de ellos (se estima entre un 10 y 20%) podría desarrollar o continuar con síntomas por más tiempo. Aún se desconoce por qué o con qué frecuencia ocurre, y si es posible predecir esta evolución al principio de la enfermedad. A continuación, te ofrecemos mayor detalle sobre estas posibles manifestaciones. 

COVID largo o síndrome pos-COVID 

Puede ocurrir a cualquier persona que haya tenido COVID-19, incluso si la enfermedad fue leve o no tuvo síntomas, y durar semanas o meses después de la infección. Se han observado diferentes combinaciones de los siguientes síntomas: 

•             Cansancio o fatiga 

•             Dificultad para pensar o concentrarse (a veces denominado «niebla mental») 

•             Dolor de cabeza 

•             Pérdida del olfato o el gusto 

•             Mareos al ponerse de pie 

•             Corazón con palpitaciones o palpitaciones rápidas  

•             Dolor en el pecho 

•             Dificultad para respirar o falta de aire 

•             Tos 

•             Depresión o ansiedad 

•             Fiebre 

•             Dolor articular o muscular 

•             Síntomas que empeoran después de actividades físicas o mentales 

Efectos multiorgánicos  

Después de haber tenido COVID-19, algunas personas presentaron afecciones como el síndrome inflamatorio multisistémico (MIS) que hace que diferentes partes del cuerpo se inflamen, o condiciones autoinmunes, que ocurren cuando el propio sistema inmunológico ataca las células sanas del cuerpo por error, causando una inflamación dolorosa en las partes del cuerpo afectadas. 

Se desconoce cuánto tiempo podrían durar los efectos del síndrome y si podrían conducir a enfermedades crónicas. 

Efectos derivados del tratamiento o la hospitalización  

De forma similar a lo que ocurre otras afecciones que requieren hospitalización, puede desarrollarse el síndrome post-cuidados intensivo (PICS), que son efectos sobre la salud que persisten después de una enfermedad crítica, como debilidad severa y trastorno de estrés postraumático (TEPT), éste último implica reacciones a largo plazo a un evento muy estresante. 

Si presentás alguna de estas condiciones luego de haber tenido COVID-19, consultá con tu médico. 

Recomendaciones para ventilar nuestros espacios

  • Abrí ventanas y/o puertas que se encuentren enfrentadas, para que se forme corriente de aire.
  • Ventilá siempre, todo lo que sea posible, de manera continua (que todo el tiempo esté corriendo aire).
  • En días de baja temperatura, mantené abiertas las ventanas como mínimo 5 cm de manera constante.

IMPORTANTE | Además de ventilar recordá que también tenés que:

  • Usar barbijo.
  • Mantener distancia con los demás, como mínimo de 2 metros.
  • Toser y estornudar en el pliegue del codo.

Cuidarnos está en nuestras manos.

Vacunación antigripal: Lo que debés saber

Te acercamos información útil con relación a la Campaña de Vacunación Antigripal en el contexto de pandemia y vacunación contra COVID-19.

10 preguntas y respuestas sobre la vacunación antigripal en el año de la vacunación contra COVID-19

1. Además de la vacunación, ¿cuáles son las medidas para prevenir la gripe?

Tanto para protegerte de contraer el virus de la influenza como otras enfermedades respiratorias y coronavirus, las principales medidas son idénticas: es indispensable la higiene de manos con agua y jabón o con alcohol en gel, cubrir la boca y la nariz con un pañuelo descartable al toser o estornudar, utilizar tapabocas, no llevar las manos a la cara y respetar la distancia física con otras personas. También es útil mantener ventilados los ambientes, así como desinfectar las superficies con agua y lavandina, sobre todo en casas o lugares donde hubo casos de gripe.

2. ¿Cuáles son los beneficios de la vacunación contra la gripe?

La vacunación contra la gripe no sólo puede evitar que se contraiga la enfermedad, sino que también reduce los riesgos de hospitalización asociados a ella. Además, es una herramienta de prevención importante para los adultos mayores y las personas con afecciones de salud crónicas, y ayuda a proteger a las mujeres y a los bebés durante y después del embarazo.

3. ¿Por qué debo vacunarme contra la gripe todos los años?

Se necesita una vacuna contra la gripe todas las temporadas ya que, por un lado, la respuesta inmunitaria disminuye con el tiempo, y por otro, debido a que los virus de la gripe cambian constantemente, la fórmula de la vacuna se revisa y actualiza todos los años para que sea efectiva.

4. ¿Qué personas tienen indicada la vacunación antigripal este año?

  • Embarazadas y puérperas hasta 10 días desde el parto.
  • Personal de la salud.
  • Niños de 6 a 24 meses inclusive.
  • Adultos mayores de 65 años.
  • Niños y adultos de 2 a 64 años de edad inclusive, con las siguientes condiciones clínicas: enfermedades respiratorias y/o cardíacas; inmunodeficiencias congénitas o adquiridas (no hemato-oncológica); oncohematológicos y trasplantados; con obesidad mórbida; diabetes; IRC en diálisis o con expectativas de ingresar a diálisis en los siguientes 6 meses; síndromes genéticos y enfermedades neuromusculares con compromiso respiratorio y malformaciones congénitas graves.
  • Menores de 18 años de edad con retraso madurativo grave o en tratamiento crónico con ácido acetilsalicílico.
  • Personas convivientes de enfermos oncohematológicos y de bebés prematuros menores de 1.500 grs. 

Para mayor información visitá el sitio web del Ministerio de Salud o comunicate a su línea telefónica gratuita 0800-222-1002 opción 5.

5. ¿Qué debo hacer si no estoy incluido/a en ninguno de los grupos que tienen indicación precisa de vacuna antigripal?

La población no incluida en los grupos mencionados no tiene prioridad de vacunarse. Pero si lo deseás, podés hacerlo. Por eso, te recomendamos consultar con tu médico de cabecera, quien te asesorará sobre los beneficios de la vacunación de acuerdo con tu historial médico.

6. ¿Puedo vacunarme contra la gripe y contra COVID-19 al mismo tiempo? ¿Cuál me aplico primero?

No. Se recomienda que respetar un lapso mínimo de 14 días entre una aplicación y la otra. Dado que la administración de la vacuna contra COVID-19 y otras vacunas, aún se encuentra en estudio, este criterio podría modificarse en el futuro.

En el caso de tener que priorizar la aplicación de una ellas, la recomendación de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria es vacunarse primero contra COVID-19 (y luego del lapso mínimo de 14 días, aplicarse la antigripal y/o neumocóccica).

Para mayor información sobre la vacunación contra COVID-19 ingresá aquí.

7. ¿Es posible contraer gripe y COVID-19 simultáneamente?

Sí. Es posible tener influenza, así como otras enfermedades respiratorias, y COVID-19 al mismo tiempo. Debido a que los síntomas de ambas enfermedades son similares, puede resultar difícil distinguirlas.

Recordá: ante la aparición de síntomas como fiebre, tos, congestión nasal, dolor de garganta, de cabeza y muscular o dificultad para respirar, NO te automediques, permanecé en tu casa y consultá al médico.

Orientación Médica Telefónica (011) 4363-4710 (CABA) ó al 0800-122-1040 (desde el interior del país). Las 24 hs.

E-Consulta (atención médica por videollamada) desde nuestra web o app Swiss Medical Mobile. Todos los días de 8 a 20 hs

Urgencias y Emergencias (todo el país) 0800-777-7800. Las 24 hs.

8. Aplicarme la vacuna antigripal ¿aumenta la probabilidad de que contraiga COVID-19?

No hay evidencia que demuestre que vacunarse contra la influenza incremente el riesgo de contraer COVID-19.

9. ¿Cuáles son las cepas recomendadas este año por la OMS (Organización Mundial de la Salud) para la formulación de vacunas antigripales para el Hemisferio Sur?

Para el caso de la vacuna trivalente: cepas virus influenza Tipo A: A/Victoria/ 2570/2019(H1N1) y A/Hong Kong/2671/2019(H3N2). Y cepa virus influenza Tipo B: B/Washington/02/2019 (linaje B/Victoria).

Para el caso de la vacuna cuadrivalente: se agrega a las mencionadas anteriormente la cepa virus influenza Tipo B: B/Phuket/3073/2013 (linaje B/Yamagata).

10. ¿Cuándo comenzará la Campaña de Vacunación Antigripal 2021 de Swiss Medical Medicina Privada?

El 19 de abril lanzaremos la campaña en todo el país. Para conocer los grupos de riesgo, vacunatorios habilitados y toda la información ingresá aquí.