Estrés tecnológico

La hiperconexión digital no es algo nuevo, sin embargo, a partir de la pandemia por COVID-19 usamos los dispositivos digitales para casi todo: trabajar, estudiar, hacer trámites, recrearnos y hasta reunirnos con amigos y familiares. Más allá de las restricciones impuestas en cada etapa, muchos de estos nuevos hábitos y rutinas, se mantienen en nuestra vida cotidiana. Este cambio tan significativo, puede implicar para muchos, lo que se ha popularizado como “estrés digital” o “estrés tecnológico”.

Riesgos para la salud

Existen variadas definiciones que intentan dar cuenta de esta problemática, muchas de las cuales la consideran una enfermedad. A pesar de ello, hasta el momento, las investigaciones científicas son escasas y tampoco se la encuentra considerada dentro de las clasificaciones diagnósticas de referencia internacional. Sin embargo, existen riesgos para la salud derivados del uso excesivo de dispositivos y tecnologías, y se los puede prevenir.

Algunos signos y síntomas que pueden estar relacionados con el uso excesivo de dispositivos y tecnologías:

  • Trastornos del sueño
  • Cansancio
  • Falta de energía recurrente
  • Menor agilidad motora y mental
  • Mayor irritabilidad
  • Patologías oculares
  • Problemas osteomusculares (contracturas, síndrome del túnel carpiano)
  • Dolor de cabeza por tensión
  • Calambres
  • Sobrepeso
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Dificultades de relación
  • Conductas de aislamiento social

Algunas señales que pueden indicar una exposición excesiva a tecnologías:

Cada persona desarrolla sus hábitos de uso de dispositivos según las propias necesidades y obligaciones, pero existen ciertas señales que pueden indicarnos si estamos utilizando o exponiéndonos de forma excesiva a los mismos.

Prestá atención si:

  • Sentís una necesidad imperiosa de mirar el celular constantemente por miedo a estar perdiéndote de ver mensajes o información en redes sociales.
  • Estás descuidando otras actividades y cosas que te gusta hacer por priorizar lo digital.
  • Recibís quejas de familiares o de tu pareja por falta de atención.
  • El celular se convirtió en tu forma habitual de comunicarte prefiriendo enviar un mensaje a hablar, incluso con personas que están en la misma casa.
  • Tenés la sensación de no descansar nunca.
  • Notás que perdiste el interés por el trabajo o los estudios o que hay una disminución del rendimiento en estos ámbitos.
  • Te sentís nervioso/a o hiperactivo/a si no estás conectado/a.
  • Tenés dificultad para concentrarte o retener información.

7 tips que pueden ayudarte a regular el estrés por uso de tecnologías:

1. Tomá descansos a lo largo del día, evitando cualquier medio de comunicación y relajándote.

2. Es mejor realizar de manera óptima, una o dos tareas, y no sobrecargarte con demasiadas tareas en simultáneo. En caso de que debas hacer varias tareas al mismo tiempo, procurá que sean tareas parecidas de ser posible.

3. Silencio digital: decidí de forma consciente y en función de tus obligaciones y necesidades, cuáles querés que sean tus horarios de conexión y de desconexión. Silenciá el celular y decidí cuándo querés responder las llamadas o mensajes. Desactivá las notificaciones. Utilizá el “modo avión”cada vez que quieras desconectar y para evitar distracciones cuando querés hacer otra cosa (podés avisarle a tus contactos frecuentes que entrás en modo avión para evitar los mensajes).

4. Destiná tiempo para actividades y ocio analógicos (ej. leer un libro, dibujar, cantar, bailar, hacer deporte, cocinar, hacer jardinería, meditar).

5. Priorizá retomar aquellas actividades que disfrutabas antes de la pandemia y que las restricciones del momento permitan.

6. No lleves tus dispositivos a la cama. Tampoco los uses mientras estás almorzando o cenando.

7. Mantené hábitos saludables en cuanto a alimentación, sueño, ejercicio, actividad al aire libre.

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