Campaña de vacunación antigripal

¡Continuamos con la campaña en todo el país!

Antes de que decidas vacunarte, es importante que te informes bien. Te invitamos a conocer los principales mitos que existen sobre la vacunación antigripal.

1 – La vacuna me puede causar gripe

¡FALSO!

Las vacunas contra la gripe se fabrican con virus de la influenza que están muertos, y no causan la enfermedad.

 2 – Aunque me vacune contra la gripe puedo enfermar igual.

¡VERDADERO!

La vacuna antigripal no previene enfermedades producidas por otros virus cuyo cuadro clínico presente síntomas similares a los de la gripe, pero no te enfermarás de gripe.

 3 – La vacuna no es 100% eficaz, sería mejor pasar la gripe.

¡FALSO!

Ninguna vacuna es 100% eficaz, pero si te vacunás y de todos modos la contraés, seguramente la enfermedad será mucho menos grave que si no te hubieses vacunado.

4 – Los efectos de la vacuna son peores que la gripe.

¡FALSO!

El efecto secundario más común es dolor y enrojecimiento en el punto de inyección durante unos días.

 5 – No todos pueden recibir la vacuna contra la gripe.

¡VERDADERO!

Así como diferentes vacunas contra la influenza están aprobadas para ser usadas por personas según su edad, algunas vacunas no están recomendadas para ciertos grupos. Los factores que permiten determinar si una persona está en condiciones de vacunarse incluyen: la edad, el estado de salud y cualquier alergia a la vacuna contra la influenza o sus componentes.

Ingresá aquí a nuestro sitio exclusivo de la campaña antigripal para conocer más sobre la gripe y donde podés vacunarte.

Guía para planificar un embarazo saludable

En caso de estar planificando un embarazo, lo más conveniente es realizar una consulta previa con un especialista en ginecología. Éste podrá orientarte sobre si es necesario realizar algún estudio antes de lograr el embarazo, te indicará que comiences a tomar ácido fólico y que dejes de fumar si lo hacés, también podrá recomendarte qué actividad física realizar, entre otras cuestiones.

En el caso de que tu ginecólogo/a no sea también obstetra, una vez que se haya confirmado el embarazo, hará la derivación.

¿Cuántas veces se debe visitar al obstetra durante el embarazo?

La cantidad ideal de consultas con el obstetra dependerá de si sos primeriza o no, así como si estás entre los grupos considerados ‘de riesgo’. La recomendación general es un mínimo de 8 consultas durante el control del embarazo. Lo importante, independientemente del número, es que concurras en estos momentos, considerados claves:

  • Consulta primera vez
  • Semana 11 a 14
  • Semana 20 a 22
  • Semana 24 a 26
  • Semana 28 a 30
  • Semana 35 a 37

En el último trimestre las consultas podrán tener una frecuencia de 15 a 20 días hasta la semana 36 y de 7 a 14 días a partir de la semana 37 de gestación.

Importancia de las ecografías durante la gestación

La ecografía transvaginal inicial de embarazo se realiza entre la 7 y 10.6 semanas de gestación, su objetivo es confirmar el diagnóstico del embarazo, su ubicación, edad gestacional exacta o tiempo de embarazo y número de bebés (embriones).

La segunda ecografía está indicada entre las semanas 20 y 22 de gestación. Su objetivo es evaluar en detalle, en forma de escaneo, la anatomía fetal; confirmar el adecuado crecimiento; definir la localización de la placenta, entre otros aspectos.

Por último, la tercera ecografía, entre la semana 28 y 30 de gestación, sirve para monitorear el crecimiento fetal y así poder realizar una proyección de peso al término del embarazo. Se vuelve a controlar la placenta, el líquido amniótico y se puede obtener información muy relevante para el momento del parto.

Para brindarte más consejos sobre tu salud, hemos diseñado una guía de prevención con la intención de ayudarte. Podés acceder a ella ingresando aquí

Prevengamos la gripe

La gripe es una infección «autolimitada» lo que significa que su duración va de 6 a 7 días desde que empieza hasta que se da por curada, con o sin tratamiento, y se caracteriza por presentar los siguientes síntomas:

  • Fiebre mayor a 38° C
  • Agotamiento y decaimiento
  • Escalofríos
  • Dificultad respiratoria
  • Diarrea y vómitos
  • Dolor de garganta
  • Tos
  • Congestión nasal o secreción nasal abundante
  • Dolor de cabeza
  • Dolores musculares

¿Cómo prevenirla?

Además de vacunarnos, que es la forma más eficaz de prevención, podemos incluir en nuestra rutina diaria medidas que pueden ser de gran ayuda para evitar el contagio.

Te recomendamos que:

  • Mantengas y refuerces los hábitos de higiene cotidianos (lavarte las manos con agua y jabón, taparte la boca con un pañuelo descartable, o en su defecto con el antebrazo, al momento de estornudar o toser).
  • Ventiles periódicamente los ambientes de tu casa y tu trabajo, preferentemente durante la mañana en horas de sol.
  • No te toques los ojos, la boca, ni la nariz sin antes desinfectar tus manos con alcohol en gel o sanitizante.
  • Evites los cambios bruscos de temperatura. La temperatura promedio debe estar en torno a los 22º C.
  • Adaptes tu forma de vestir a las condiciones climáticas. Por ejemplo, vestirse en capas, mantiene el cuerpo seco y caliente.  Es importante considerar que los bebés y los niños deben usar un abrigo extra del que usamos los adultos.
  • No descuides la práctica de ejercicio físico. El frío hace que tendamos a quedarnos adentro, sin embargo, una caminata puede resultar muy benéfica, ya que no sólo generamos nuestra propia “calefacción natural”, sino que prevenimos otras enfermedades y reforzamos el sistema inmunológico.
  • Si vos o alguien de tu entorno cercano enferman de gripe, limitá el contacto todo lo posible. Los virus de la gripe se propagan de persona a persona a través de la tos, los estornudos o la charla.

Ante la sospecha de gripe, es importante que no te auto mediques. Los medicamentos que les han funcionado a otras personas, pueden tener contraindicaciones o presentar interacciones con otros que estés tomando y eso lo controla tu médico de cabecera.

Cómo prevenir el sobrepeso y la obesidad en los niños

Hay diversos factores que contribuyen a que un niño tenga sobrepeso u obesidad: los hábitos alimentarios no saludables, la falta de ejercicio así como problemas endócrinos o la toma de determinados medicamentos. Las consecuencias pueden ser graves, ya que el sobrepeso y la obesidad están asociados a enfermedades crónicas a futuro tales como diabetes, hipertensión o enfermedades cardiovasculares.

Mejorar la calidad de la alimentación es uno de los modos de afrontar el problema.

Es importante incentivar el desarrollo de una vida saludable basada en una buena alimentación acompañada por actividad física así como restringir el uso excesivo de sal, que puede reemplazarse por  condimentos naturales.

Conocé seis estrategias simples para mejorar la calidad de la alimentación

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1- Priorizar la comida casera

A la hora de comprar alimentos, se deben leer muy bien las etiquetas de ingredientes y elegir los que contengan menor cantidad de aditivos. En este marco, la comida casera es ampliamente superior, en especial porque al prepararla se tiene registro de los ingredientes y la materia prima que se utilizan, moderando el uso de sal, azúcar y grasa.

Hay platos simples que requieren poco tiempo de preparación. Por ejemplo, es preferible preparar unos fideos con aceite y queso que una hamburguesa empaquetada, o una tostada con mermelada y queso en lugar de una taza de cereales azucarados con leche. Lo ideal, es buscar un momento diario o semanal para cocinar en cantidades comidas sanas y saludables y freezar para disponer siempre de opciones caseras (como pueden ser verduras cocidas).

2- Planificar las compras

Al ir al supermercado, es buena idea involucrar a los niños en las compras de frutas y verduras y que ellos puedan elegir, viendo sus tamaños y colores. Los productos de estación, de preferencia locales, son más económicos y conservan más los nutrientes cuanto menos viaje han tenido. Si no se tiene la posibilidad de comprar verduras frescas regularmente, las congeladas son una buena opción, en especial las variedades que no presentan conservantes.

Se recomienda comprar en cantidad aquellos productos no perecederos para tener siempre a mano, por ejemplo: diferentes tipos de fideos secos, avena, cereales integrales, legumbres, especias, aceite vegetal, de preferencia oliva; harinas (de preferencia integral, también se pueden usar las alternativas como harina de garbanzo, de trigo de arroz, de almendra); incluir en nuestra lista yogures, quesos y leche.

3- Aumentar el consumo de agua

Los jugos y las gaseosas son bebidas con alto contenido de azúcar, incluso aquellas dietéticas con edulcorantes que, en exceso, pueden ocasionar efectos adversos a largo plazo. Si se toman para aplacar la sed, el niño habrá consumido al final del día, mayor cantidad de azúcar o edulcorante de lo recomendado.

Beber ocasionalmente un jugo (mejor si es exprimido) puede considerarse saludable por su aporte de vitaminas. Sin embargo, la mejor forma de aprovechar los beneficios de las frutas es comerlas enteras. En este sentido, se debe priorizar siempre el consumo de agua, que es el líquido que mejor hidrata a niños y adultos.

4- Armar platos balanceados

Ingerir sólo un tipo de alimento, un tipo de verdura o fruta o un tipo de carne, limita la ingesta de nutrientes. Cada alimento aporta un tipo y una cantidad diferente de vitaminas, antioxidantes y aminoácidos. Cuanto más variada es nuestra dieta mayor diversidad y densidad de nutrientes estamos incorporando.

¿Cómo se arma un plato balanceado para los más chicos? El 50% de la superficie del plato debe estar cubierta por verduras, de preferencia crudas, pero se pueden consumir cocidas, salteadas, con salsa blanca o en revuelto. El 25% con la proteína acompañante,que puede ser carne de vaca, pollo, cerdo o pescado (cuyo tamaño debe ser equivalente a la palma de la mano del niño) o un huevo; otra opción son las proteínas de origen vegetal como la quinoa, legumbres y derivados de la soja; y el 25% restante del plato con un hidrato complejo, de preferencia integral (arroz integral, batatas, papa, pastas etc.). Por último, siempre sumar una fuente de grasa, como aceite vegetal, palta, frutos secos y aceitunas.

5- Moderación en la conducta alimentaria

No hay alimentos prohibidos: en moderación todo puede ser consumido. Una golosina, un jugo o un chocolate ocasional en el niño no van modificar sus hábitos saludables a largo plazo. Que disfruten de algunos de estos gustos ocasionales en casa, hará que los niños no pierdan la cabeza con las gaseosas, jugos, snacks y golosinas en ocasiones especiales como cumpleaños o fiestas.

Se deben hacer pequeños cambios tomando la salud como un objetivo a largo plazo y darles a los chicos unas semanas o un par de meses para asentarlo. Así se mejorará el cumplimiento, disminuirá la frustración y se lograrán mejores resultados a largo plazo.

6- Comer en familia

Se demostró que los niños que realizan alguna comida con su grupo familiar tienen menos ansiedad y trastornos de conducta. La función social del alimento también tiene su ámbito dentro de la familia. Es el momento de estar en contacto, compartir historias y charlar de lo que pasó durante el día.

Algunas familias no tienen la posibilidad de realizar las comidas familiares, pero si aunque sea uno delos dos padres tiene la oportunidad de sentarse quince minutos a compartir un alimento con sus hijos, hace la diferencia. Se recomienda evitar la televisión y las pantallas durante las comidas e intentar no prestar atención al celular.

Asesoraron:

Dra. Victoria Falcón

M.N. 140.452

Dr. Gustavo García Igarza

M.N. 59.802

 Servicio de Pediatría

Swiss Medical Center Barrio Norte

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7 tips para lograr una alimentación saludable

Una dieta saludable tiene muchas ventajas: ayuda a protegernos de la malnutrición en todas sus formas, así como de enfermedades no transmisibles tales como la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.

  1. Lo ideal es realizar como mínimo unas 4 ó 5 comidas al día.
  2. Mantener horarios regulares.
  3. Comer despacio, masticando bien los alimentos y estando relajados.
  4. Para que una dieta sea saludable debe ser variada y equilibrada, y “sin excesos”. Esto significa que cuando se decide consumir alimentos ricos en grasas, azúcares o sal, se lo haga de forma moderada.
  5. En los alimentos procesados, revisar siempre la etiqueta alimentaria.
  6. Moderar el consumo de alcohol.
  7. Al momento de la preparación de los alimentos considere cocinar al vapor, hervir u hornear, evitando frituras.

¿Cómo armar un plato saludable?

Conocé más en nuestra Guía de alimentación orientación para una alimentación equilibrada

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