A medida que comienza el año, nos proponemos adoptar un estilo de vida más saludable, incorporando actividad física regular en nuestra rutina diaria. Por suerte, iniciar una membresía en un gimnasio puede ser sencillo, especialmente con las tentadoras ofertas y descuentos disponibles al pagar un año por adelantado. Pero la verdadera dificultad se presenta cuando las semanas pasan, la motivación titubea y los «faltazos» comienzan a acumularse, llegando al punto de darnos cuenta de que hace meses que no visitamos el gym. ¿Cómo evitar este patrón clásico? 🤔
- Encontrá una actividad que realmente te motive
El primer paso para mantener la constancia es elegir una actividad que te apasione. Podés optar por un deporte que te divierta. Si te gusta correr, unite a un grupo de running. Si te gusta el agua, la natación es el ejercicio ideal por su bajo riesgo de lesiones y sus múltiples beneficios para la salud.
- Establecé metas realistas
Solicitá que te armen un programa de entrenamiento que tenga metas progresivas, pero asegurate de que sean alcanzables en un tiempo adecuado. Evitá el sobreesfuerzo inicial, ya que puede resultar desmotivador. Recordá que los resultados nunca son inmediatos por lo que la paciencia es clave.
- Entrená en compañía
Transformá las horas de entrenamiento en momentos sociales agradables y divertidos. Entrenar con amigos o con compañeros de trabajo o unirte a grupos suele aumentar la motivación y el compromiso con esta rutina.
- Elegí un horario que te sirva
Determiná un horario del día que se ajuste a tus preferencias. ¿Sos más activo/a por la mañana temprano o preferís despejarte al final del día? Encontrá el momento adecuado para vos y establecer una rutina coherente y que te facilite la continuidad.
- Descanso: una parte fundamental
El descanso adecuado es esencial para lograr una rutina de entrenamiento efectiva y sostenible. Tratá de intercalar días de descanso para facilitar la regeneración muscular y prevenir lesiones.
Y un consejo final: siempre, antes de empezar una nueva actividad, es importante charlar con nuestro un médico para que nos aconseje sobre cuál es tipo de ejercicio adecuado según la edad o las condiciones de salud.