¿Qué es la bronquiolitis?

bronquiolitis

La bronquiolitis es una inflamación difusa y aguda de las vías aéreas inferiores (bronquiolos), de naturaleza infecciosa, expresada clínicamente por obstrucción de la vía aérea pequeña.

Afecta principalmente a los niños más pequeños, especialmente menores de 2 años, con franco predominio en menores de 6 meses. Prepondera en otoño e invierno y es una causa frecuente de hospitalización de niños menores de un año durante el invierno y comienzos de la primavera.

¿Cuáles son los síntomas?

Los síntomas de infección respiratoria alta que suelen aparecer de 1 a 3 días previos son:

  • congestión nasal;
  • rinorrea (secreción nasal);
  • tos;
  • eventualmente, fiebre de escasa magnitud.

Los síntomas propios de bronquiolitis son:

  • taquipnea (respiración muy rápida);
  • aleteo nasal (elevación y contracción del ala de la nariz) o retracción (hundimiento) de los músculos intercostales en un esfuerzo por respirar;
  • respiración ruidosa, pudiendo aparecer un silbido en el pecho;
  • astenia (cansancio);
  • fiebre;
  • tos.

La duración de los mismos es aproximadamente entre 5 y 10 días.

¿Cuáles son los virus que causan bronquiolitis?

Los virus que ocasionan la enfermedad con mayor frecuencia son:

Virus Influenza: de aparición más frecuente durante el período invernal. La forma de contagio es a través de secreciones y gotitas de Flügge (pequeñas gotitas de saliva que se emiten al hablar, toser o estornudar y que sirven de transporte para los microorganismos que se hallan en las vías respiratorias, actuando como vehículo de contagio).

Virus sincicial respiratorio (VSR): es la causa más habitual de bronquiolitis en lactantes y niños. Se presenta en epidemias anuales durante el invierno y comienzo de la primavera. La forma de contagio es a partir de secreciones de pacientes sintomáticos, de manos y objetos contaminados con secreciones.

Adenovirus (ADV): afecta a lactantes y niños entre los 6 meses y los 5 años. Es capaz de producir, además, gastroenteritis y neumonía. El pico de incidencia es al final del invierno. Se transmite a través de secreciones respiratorias, vía fecal-oral, o través de manos contaminadas.

¿Cuáles son los factores de riesgo para padecer la enfermedad?

Factores de riesgo del niño Factores de riesgo del medio Factores de riesgo para infección respiratoria baja grave
  • falta de lactancia materna
  • vacunación incompleta
  • prematurez / bajo peso al nacer
  • desnutrición
  • hacinamiento
  • época invernal
  • asistencia a guarderías
  • madre adolescente, analfabeta
  • contaminación ambiental y/o domiciliaria
  • hermanos en edad escolar
  • menor de 3 meses
  • inmunodeficiencias
  • cardiopatías congénitas
  • enfermedad pulmonar crónica
  • prematurez / bajo peso al nacer
  • desnutrición

(Fuente: consenso de la Sociedad Argentina de Pediatría)

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico es principalmente clínico. Para ello, el médico llevará a cabo un examen físico y auscultará los pulmones. De ser necesario, puede solicitar que se realice una radiografía de tórax u otros exámenes.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento consiste en medidas para aliviar los síntomas:

  • Ofrecer abundante líquido por boca.
  • Tratar de mantener el aporte nutricional adecuado, especialmente la lactancia materna. Si respira muy rápido ofrecer alimentos en pequeñas cantidades.
  • En caso de fiebre, administrar el antitérmico recomendado por el médico.
  • Limpiar la mucosidad de la nariz mediante la aspiración de las secreciones.
  • Mantener al niño en posición semisentada.
  • Según la indicación del médico podrá administrar broncodilatadores (dosis/frecuencia según evolución y/o indicación médica).
  • No se recomienda el uso de antibióticos, jarabes para la tos, descongestivos o tés caseros.
  • Algunos casos requieren kinesioterapia y/u oxigenoterapia.

Aún no se ha desarrollado una vacuna específica contra todos los virus que causan la bronquiolitis.

¿Cómo es el seguimiento?

Los niños tratados en forma ambulatoria, deberán controlarse diariamente durante las primeras 48 hs. y luego periódicamente según la evolución hasta el alta definitiva. Los padres del niño deben estar alerta a la aparición de signos de alarma durante el seguimiento, como dificultad para alimentarse, sueño, respiración dificultosa o fiebre, y consultar rápidamente al médico.

Recomendaciones

  • Lave frecuentemente sus manos con agua y jabón.
  • Al toser o estornudar, cúbrase la boca y nariz con un pañuelo descartable o con el ángulo interno del codo.
  • Tire a la basura los pañuelos descartables inmediatamente después de usarlos.
  • Evite el hacinamiento. Ventile los ambientes y permita la entrada de sol en casas y otros ambientes cerrados.
  • Mantenga limpios picaportes y objetos de uso común. Lave los juguetes.
  • No comparta cubiertos ni vasos.
  • Enseñe a los niños a lavarse frecuentemente las manos en la escuela y hogar.
  • Proteja la lactancia materna.
  • No exponga a los niños al humo del cigarrillo, braseros y sahumerios.
  • Evite el contacto con personas resfriadas o con tos.
  • Antes de manipular al bebé, tome la precaución de lavarse las manos con agua y jabón.
  • Cumpla con el calendario de vacunación.
  • Consulte al médico precozmente ante los siguientes signos y síntomas: fiebre, disminución del apetito, somnolencia, dificultad respiratoria.
  • Recuerde que el uso de barbijos no previene el contagio en la calle ni en los transportes públicos. Sólo deben ser usados en inmunosuprimidos y personal de salud a cargo de la atención de pacientes.