El consumo de drogas en el contexto COVID-19

El momento que estamos viviendo es difícil para todos, sin embargo, mientras que para algunas personas puede resultar una oportunidad para desarrollar nuevas capacidades de afrontamiento, otras, no encuentran más opción que recurrir al consumo de tabaco, alcohol u otras drogas. Tal estrategia de afrontamiento del estrés, la ansiedad y la angustia, puede deteriorar pronto la salud mental y física.

Según lo indica el último Informe Mundial sobre Drogas publicado por la ONU, las restricciones impuestas por la pandemia han complejizado la situación mundial del consumo y abuso de drogas como la cocaína, la heroína o el cannabis, llevándolo a máximos históricos y acompañado de la proliferación de sustancias sintéticas. También ha aumentado el consumo de drogas farmacéuticas -en algunos casos falsificaciones- con fines recreativos o sin supervisión médica, algo que es sumamente peligroso.

La recomendación principal es cuidar las necesidades básicas, como procurar un buen descanso y alimentación saludable, realizar actividad física y muy importante, mantenerse en contacto con familiares y amigos. Si la situación se vuelve intolerable, es indispensable recurrir a ayuda profesional.
La prevención y el cuidado nos implica a todos y a cada uno desde su lugar. Por ejemplo, en nuestra familia, escuchando y hablando especialmente con los hijos; en nuestro círculo social y con los amigos, apoyando y dando contención a quien está pasando un mal momento; en el trabajo, acercándonos si un compañero necesita ayuda, es decir, en cualquier lugar donde estemos.

Algunos indicadores

  • En 2018 la ONU calcula que había unos 269 millones de consumidores de drogas en el mundo (1 de cada 19 personas del planeta).
  • Más de 35 millones de personas padecen trastornos graves por drogadicción.
  • Se estima que en 2017 han fallecido por esta causa 585.000 personas.
  • El cannabis sigue siendo la droga más popular del mundo (192 millones de consumidores).
  • En la década pasada, el consumo de drogas ha crecido mucho más rápidamente en el mundo en desarrollo que en el industrializado, debido, en parte, al crecimiento allí de la población más joven, que es la más proclive a consumirla.

El abuso de drogas supone un peligro para la salud y el bienestar de las personas de todas las edades. El mayor problema es ignorarlo y no actuar a tiempo.