¿Cómo proteger nuestros oídos de la pirotecnia?

Durante los últimos años, las celebraciones de Navidad y Año Nuevo nos han encontrado cada vez más conscientes de la importancia del uso responsable de la pirotecnia.

Sin embargo, sigue siendo importante para todos recordar que los fuegos artificiales pueden causar lesiones severas, tales como quemaduras, lesiones oculares y auditivas.

De qué forma el uso de pirotecnia puede afectar al oído

Nuestro oído tolera normalmente sonidos hasta 90 decibeles (dB). La pirotecnia puede alcanzar desde los 150 a los 175 dB, por lo que puede lesionar las estructuras del oído interno provocando un “trauma acústico”. Por eso, quien manipule pirotecnia en forma directa, puede sufrir problemas graves o irreversibles, que van desde zumbidos hasta la pérdida de audición permanente.

Síntomas del trauma acústico

  • Hipoacusia (disminución de la capacidad auditiva) leve, moderada o severa, que puede empeorar lentamente.
  • Acúfenos (ruidos o zumbidos en el oído). Con el transcurrir de las horas puede desaparecer, disminuir o permanecer constante.
  • Otorragia o sangrado del oído a causa de desgarros en la membrana timpánica.
  • Alteraciones del equilibrio como mareos y sensación de vértigo, sin importar si se está de pie, sentado o acostado.

Prevención

Si bien la mejor forma de prevenir estas complicaciones es NO utilizar pirotecnia, para prevenir una lesión auditiva, la persona debería ubicarse a una distancia segura de la explosión, que en los adultos es de 15-20 metros y en los niños, de 50-60 metros. Para disminuir el impacto sonoro, también se pueden usar tapones o auriculares.

Condiciones de salud especiales: cuando lo mejor que podemos hacer es no utilizar pirotecnia

No utilizar pirotecnia también es pensar en el otro

Las personas con autismo, tienen su capacidad auditiva aumentada (hiperacusia), por lo que los ruidos de los fuegos artificiales les genera un alto nivel de estrés y ansiedad, desencadenando crisis en las que pueden llegar a autolesionarse.

También aquellos que atraviesan algún tipo de demencia pueden sentirse alterados y sufrir palpitaciones o crisis de llanto.