La bronquiolitis es una infección viral que afecta principalmente a bebés y niños durante los dos primeros años de vida. Las vías respiratorias se inflaman, se hinchan y se llenan de mucosidades, esto puede dificultarles la respiración.
Suele ser una enfermedad leve, que aún no tiene vacuna ni tratamiento, por lo que requiere especial atención en bebés prematuros o con sistema inmunitario debilitado, así como también en aquellos con enfermedad pulmonar o cardíaca crónicas, que son quienes tienen mayor riesgo de complicaciones.
Bronquiolitis en época de gripe y coronavirus
La bronquiolitis es causada en mayor parte por el virus sincicial respiratorio (VSR), aunque también puede serlo por el virus del resfriado común, de la gripe y el coronavirus, entre otros. Se debe tener en cuenta que todas estas infecciones son contagiosas, ya que los gérmenes se propagan a través de pequeñas gotas del líquido de la nariz y la boca de una persona infectada al estornudar, toser o reírse.
¿Cuáles son los síntomas de la bronquiolitis?
- Congestión (nariz tapada) o moqueo nasal
- Tos
- Fiebre
Estos síntomas duran uno o dos días y luego suele empeorar la tos y aparecer silbidos agudos al espirar (respiración sibilante), llegando a durar alrededor de unos 12 días.
En caso de empeoramiento, otros signos a los que hay que prestar atención son: respira rápida y superficialmente, se acelera su frecuencia cardíaca, tiene ensanchadas las fosas nasales, perdió el apetito o le cuesta prenderse al pecho, vomita después de toser, se le hunden el pecho o las costillas al inhalar, orina menos de lo habitual, deja de jugar o está irritable, no duerme bien o se lo ve fatigado o somnoliento.
8 medidas que ayudan a prevenir la bronquiolitis:
- Es fundamental que todos en la casa se laven frecuentemente las manos.
- Ventilá los ambientes todos los días.
- Sostené la lactancia materna.
- Mantené a tu bebé o niño alejado de personas que tosan o estén resfriadas.
- Si hubiera una persona infectada en la casa, evitá en lo posible que esté en contacto con el bebé. Si esto no fuera posible, debe lavarse las manos antes de alzarlo, cambiarlo o alimentarlo. Puede usar el tapabocas como medida adicional.
- Mantené limpios los objetos o juguetes con los que el niño está en contacto, así como las superficies donde se lo cambia o donde se preparan sus alimentos.
- Cumplí con el Calendario Nacional de Vacunación.
- Evitá que se fume en la casa o cerca del niño.
¿Cuándo pedir ayuda médica?
Si el bebé o niño tiene dificultad para respirar, deshidratación, rechazo al pecho o a alimentarse. Si observás mayor cansancio de lo habitual, si la tos, las retracciones o la respiración sibilante empeoran, o notás que su piel, labios o uñas de los manos se ponen azules, no dudes en acudir al médico.
Asesoró: Dr. Diego Betiger. Médico pediatra (MN 132.917). Auditoría Médica, Gcia. de Servicios Médicos, Swiss Medical Medicina Privada.