¿Qué hacer ante síntomas de infarto en tiempos de coronavirus?

Coincidiendo con el estado de alarma por la pandemia, el miedo a infectarse por COVID-19 podría hacer que muchas personas con síntomas prefieran no acudir al servicio de guardia, no querer recibir a un médico en el domicilio, o bien, hacerlo con mucho retraso. Las consecuencias de estas decisiones pueden ser muy graves.

¿Por qué hay que consultar de inmediato?

Para las personas que tienen un infarto, la principal variable de pronóstico es el tiempo que transcurre desde que empiezan los síntomas hasta que se administra el tratamiento.

¿Cuáles son los riesgos?

Si bien los síntomas de un infarto no atendido pueden desaparecer de forma transitoria, hay que saber que luego de unas semanas o meses, puede derivar en una insuficiencia cardíaca. La consecuencia más grave de no recibir tratamiento del infarto o de recibirlo demasiado tarde es que aumenta la probabilidad de muerte súbita.

¿Cómo reconocer los síntomas?

Las complicaciones cardiológicas más frecuentes se presentan con síntomas como: dolor torácico, disnea o dificultad para respirar, fatiga o disminución del rendimiento, palpitaciones, mareos y síncope.

Ante la presencia de dolor de pecho sordo y profundo, que puede sentirse como opresivo e irradiarse a espalda, mandíbulas, oído, estómago, brazos, se puede sospechar angina de pecho. Este dolor suele aparecer al hacer esfuerzos y desaparecer en pocos minutos al cesar actividad. Cuando el dolor se presenta y dura más de 10 minutos se debe consultar a la brevedad a un sistema de emergencia.

La disnea o dificultad respiratoria y la fatiga también pueden estar indicando una angina de pecho atípica o alguna cardiopatía, por lo que es importante consultar cuando se perciben.

El mareo es un síntoma muy inespecífico y puede deberse a muchas causas. En ocasiones, es la situación previa al síncope, pudiendo haber pérdida de conocimiento debida a un síndrome vagal (reflejo proveniente de un malestar gastrointestinal, náuseas, vómitos y/o diarrea).

Debemos estar alerta cuando el síncope se produce durante el esfuerzo, de forma brusca y sin los clásicos síntomas que acompañan a las reacciones vagales (náuseas, sudoración, malestar general) ya que la posibilidad de que se trate de algo grave aumenta considerablemente y obligan a una valoración médica inmediata.

Las palpitaciones o sensación de que el corazón no late con normalidad podrían referir a una arritmia y lo habitual es que tengan un significado benigno, pero también podrían estar advirtiendo sobre alguna cardiopatía importante, por eso no hay que dejar de consultar siempre que se produzcan y no conozcamos su naturaleza.

Los síntomas del infarto de miocardio son variables. No son los mismos en todas las personas, cada una puede presentar una combinación distinta.

RECORDA: Conocer cuáles son los síntomas cardiológicos y tenerlos en cuenta es muy importante para evitar complicaciones. Cuando aparecen, aumenta mucho la posibilidad de tener una complicación grave y, por lo tanto, es de vital importancia consultar a la brevedad a un médico especialista.